«Una novela que refleja a la perfección el panorama musical en este país, que hace eco de todos aquell@s que no son/somos “famosos” pero sí igual o más profesionales si cabe, y que nos dejamos la piel, la vida y el alma en esta locura tan cuerda…. por cuatro pavos mal tirados, día tras día y noche tras noche, en los rings más variopintos, lidiando en las plazas más hostiles y llevándonos a la boca como único plato, la satisfacción de ser espíritus libres, un buen rock’n’roll y corcheas a ritmo de Blues». Así define Stone Gomez, cantante y guitarrista de la banda 14-30, la primera novela de Teodoro Balmaseda en el final del prologo que ha escrito el susodicho músico para la mencionada publicación.
Y es realmente una definición que se ajusta como un guante a esta obra escrita a pie de obra, desde la experiencia personal de Teo Balmaseda, músico, escritor y funambulista de la vida y la creación artística, que se deja jirones de su propia biografía bajo un pseudónimo que ha llegado ha convertirse en una personalidad tan verdadera como la de su inscripción en el registro civil. Se trata de un libro audaz, pasional, con un lenguaje sin pretenciosas florituras y una narrativa directa y contundente para una novela a mitad de camino entre el thriller, la prosa neocostumbrista y la literatura musical.
Buscando oro narra las andanzas de Franky Boy, un músico, un buscavidas, un superviviente que en un giro maldado de la vida se asoma a las puertas del abismo. Pero es también una crónica de nuestro momento social, de un país con una trastienda que apenas se asoma a los informativos de televisión o a las páginas de los periódicos, donde la realidad se camufla sin mostrar su cara más cruda y dolorosa. Un relato que no da respiro, que no hace concesiones al lirismo, en el que la acción no tiene más justificación que la propia acción, como la vida misma.
El protagonismo de esta personal novela recae en una galería de personajes que te puedes cruzar cada día en el metro, en una sala de conciertos, en la cola del paro, en la fiesta de un ricachón hortera o esperando delante de la caja de un supermercado, pero todos con las garras afiladas y la personalidad poliédrica y angulosa que ha sabido captar la pluma, o la tecla, de Teodoro Balmaseda, un contador de historias del seguro que volveremos oir hablar. Por lo de pronto podéis ir empezando a conocerlo en esta novela publicada por Editorial Egarbook en versión de papel y digital.
M.L.P. para el blog de Dan Serracas